14 agosto 2012

LA PRIMERA PIEDRA

La colocación de la Primera Piedra es un acto simbólico, tradicional y solemne, que se realiza con ocasión del inicio de una obra especial. En la actualidad, es un acto del que hacen uso principalmente las instituciones con motivo de la construcción de edificios públicos, pero también algunas entidades privadas conmemoran con solemnidad la colocación de esta “Primera Piedra”, acto con el que se pretende comunicar a la sociedad el inicio de una obra esperada y hacerla partícipe durante el acto del inicio de la misma.

A día de hoy, los actos institucionales de colocación de la primera piedra consisten en lo siguiente: se reciben los invitados y autoridades, se dan explicaciones a cargo de algún técnico responsable (muchas veces el arquitecto) ayudándose de soportes visuales, se realiza un acto institucional con discursos del anfitrión y las autoridades invitadas, se coloca la primera piedra, hay un aperitivo o cóctel y por último, la despedida.

Donde se prevea la colocación de la primera piedra, suele colocarse una mesa sobre la que se dispone una urna o recipiente de diseño del tamaño del hueco que se hace en la piedra para introducir la urna.

Según la tradición, las autoridades o anfitriones que presiden, se acercan a la mesa para introducir, en presencia de los invitados, una serie de elementos. Los más comunes son los siguientes: un acta que recoge el momento de colocación de la primera piedra, documento en el cuál se hace alusión al día, lugar e instalación que se va a construir y a las autoridades que están presentes en la ceremonia, así como el nombre de la autoridad o anfitrión que preside el acto; la primera página de diferentes periódicos; y monedas de uso corriente. Además, algunas autoridades que así lo desean, así como otros invitados, suelen introducir otros elementos.

Tras la introducción de los detalles en la urna por parte de las autoridades (de menos a mayor rango), y de otros invitados (si procede y si los organizadores lo estiman conveniente) se cerrará la urna y la autoridad o el anfitrión que presida la depositará en el hueco de la piedra previamente preparada y dispuesta sobre el suelo, que suele contener una inscripción. Se tapa con una palada de cemento. La piedra se puede quedar ahí o bien, enterrarse sin más.

Hay que procurar ser innovador en la organización de este tipo de actos, sin perder la parte tradicional, que es la esencia del acto.

Leemos en “Las afinidades electivas” de Johann Wolfgang Goethe, publicado en Alemania en 1809, un acto solemne de la colocación de la Primera Piedra de carácter privado. Su interés radica en que hay algunas cuestiones en la ceremonia que no se suelen hacer en la actualidad, tal es el caso de permitir que los invitados que así lo deseen puedan introducir elementos en la urna:

“Todavía queda aquí sitio, si cualquier huésped o espectador tuviera gusto en transmitir algo a la posteridad.

Después de una pequeña pausa, el obrero miró en torno a sí; pero como suele ocurrir en tales casos, nadie estaba preparado, todos quedaron sorprendidos, hasta que, por fin, un joven y alegre oficial comenzó y dijo:

-Si debo contribuir con algo que no haya sido aún depositado en este tesoro, tengo que arrancar un par de botones de mi uniforme, que muy bien merecen pasar también a la posteridad.

Dicho y hecho, y entonces tuvieron muchos la misma ocurrencia. Las damas no retrasaron en depositar sus peinetas; no fueron economizados frasquitos de olor y otros ornamentos (…). Tras esto, el anfitrión ordenó que la bien ajustada tapa fuera enseguida colocada y pegada”.

En “Las afinidades electivas”, podemos ver cómo es la anfitriona la que fija en primer lugar la piedra a la tierra y posteriormente otros invitados la siguen haciendo lo mismo:

“Tendió entonces el albañil su llana a la anfitriona, la cual echó cal con ella bajo la piedra. Se exigió a varios que hicieran lo mismo, y la piedra fue pronto colocada; tras lo cual, también el martillo fue entregado en el acto a la anfitriona y a los restantes para que consagraran expresamente la unión de la piedra con el suelo mediante un triple golpe”.

Presento a continuación el fragmento de la obra de Goethe:

“Los más distinguidos fueron invitados a descender a lo excavado, donde la piedra fundamental, sostenida por un lado en alto, estaba justamente dispuesta para ser asentada. Un bien ataviado albañil, con la llana en una mano y el martillo en la otra, pronunció en verso un gracioso discurso.

-Tres cosas hay que considerar en un edificio (comenzó diciendo): que se alce en lugar adecuado, que esté bien cimentado y que esté perfectamente acabado. Lo primero, en realidad, es cuestión del propietario; pues así como en la ciudad sólo el príncipe y la municipalidad pueden determinar dónde debe construirse, así también en el campo es privilegio del dueño de la tierra el decir: aquí y no en otro lugar, ha de alzarse mi morada.

Lo tercero, la terminación, es cuidado de muchos oficios; hay, en efecto, muy pocos que no cooperen en ello. Pero lo segundo, la cimentación, es asunto del albañil, y podemos decirlo arrogantemente, es el asunto capital de toda la obra. Es una cuestión seria, y nuestra invitación es también seria, pues esta solemnidad se celebra en lo profundo. Aquí, en el interior de esta estrecha excavación, nos hacen ustedes el honor de ser testigos de nuestra ocupación misteriosa. Enseguida colocaremos esta bien tallada piedra, y muy pronto estos fosos de tierra, adornados ahora con tan bellas y dignas personas, no serán accesibles; estarán colmados. Esta piedra fundamental, que con su ángulo designa el ángulo derecho del edificio, con su corte rectangular la regularidad del mismo, con sus caras horizontales y verticales la plomada y el nivel de todos los muros y tabiques, podría sin más, ser asentada, pues quedaría firme con su propio peso. Pero tampoco aquí debe faltar cal, medios de unión; pues así como las personas que se inclinan por la naturaleza una a otra, aún están mejor unidas cuando la ley las encadena mutuamente, así también las piedras, que ya se acomodan por sus formas, se juntan aún mejor con estas fuerzas litigantes; y como no sería propio estar ocioso entre gente activa, no desdeñarán tampoco ustedes ser aquí partícipes en el trabajo.

Tendió entonces el albañil su llana a la anfitriona, la cual echó cal con ella bajo la piedra. Se exigió a varios que hicieran lo mismo, y la piedra fue pronto colocada; tras lo cual, también el martillo fue entregado en el acto a la anfitriona y a los restantes para que consagraran expresamente la unión de la piedra con el suelo mediante un triple golpe”.

Explica ahora Goethe el sentido de que estas piedras fundamentales sean también piedras conmemorativas:

“El trabajo del albañil (prosiguió el orador), si bien es verdad que en este caso se hace a cielo descubierto, se efectúa, sino siempre a escondidas, por lo menos para lo escondido. Los cimientos, ejecutados con regularidad, son cubiertos de tierra, y hasta en el caso de los muros que levantamos sobre el suelo, al final, apenas nadie se acuerda de nosotros. El trabajo del que talla la piedra y del escultor salta más a la vista, y hasta nosotros tenemos que dar por bueno que el blanqueador borre por completo la huella de nuestras manos y se apropie de nuestras manos cubriéndolas de yeso, bruñéndola y coloreándola. ¿Quién tendrá pues, que estar mejor dispuesto que el albañil para trabajar para su propia conciencia al hacer bien lo que hace? ¿Quién tiene más motivo que él para nutrir la satisfacción de sí mismo? Cuando la casa está acabada, aplanado y embaldosado el suelo, cubierta con adornos la parte exterior, aún sigue siempre él viendo el interior a través de todas esas envolturas y aún reconoce aquellas regulares y cuidadas juntas a las cuales tiene que agradecer todo el edificio, su existencia y su firmeza.. Pero así como aquél que ha cometido una mala acción tiene que temer que, a pesar de todas sus defensas, acabe, sin embargo, por salir a la luz, también aquel que ha hecho bien en secreto tiene que esperar que este salga a la luz del día, aún contra su voluntad. Por eso hacemos que estas piedras fundamentales sean también piedras conmemorativas.

Aquí, en estos huecos de diferente profundidad, deben ser introducidas diversas cosas, como testimonio destinado a una remota posteridad. Estos soldados cilindros de metal contienen escritos con noticias; en estas placas de metal han sido grabadas toda suerte de cosas memorables; en estos hermosos frascos de cristal vamos a echar del mejor vino añejo con expresión de su año de origen; no faltan monedas de diversas clases, acuñadas este año; todo esto lo hemos recibido de la liberalidad de nuestro propietario. Todavía queda aquí sitio, si cualquier huésped o espectador tuviera gusto en transmitir algo a la posteridad.

Después de una pequeña pausa, el obrero miró en torno a sí; pero como suele ocurrir en tales casos, nadie estaba preparado, todos quedaron sorprendidos, hasta que, por fin, un joven y alegre oficial comenzó y dijo:

-Si debo contribuir con algo que no haya sido aún depositado en este tesoro, tengo que arrancar un par de botones de mi uniforme, que muy bien merecen pasar también a la posteridad.

Dicho y hecho, y entonces tuvieron muchos la misma ocurrencia. Las damas no retrasaron en depositar sus peinetas; no fueron economizados frasquitos de olor y otros ornamentos (…). Tras esto, el anfitrión ordenó que la bien ajustada tapa fuera enseguida colocada y pegada.

El joven obrero, que se había mostrado de los más activos para hacerlo, volvió a tomar su aire de orador y prosiguió:

-Colocamos esta piedra para la eternidad, para la seguridad del más prolongado disfrute de los actuales y de los futuros poseedores de esta casa. Sólo que al enterrar aquí, por decirlo así, un tesoro; aun al hacer la más sólida de todas las obras, pensamos en la caducidad de las cosas humanas; pensamos en la posibilidad de que esta tapa, fuertemente sellada, pueda volver a ser removida, cosa que no es lícito que ocurra de otro modo sino cuando vuelva a ser destruido todo lo que todavía no hemos edificado. Pero a fin de que esto sea construido, retraigamos los pensamientos del porvenir, retraigámoslo al presente. Terminada la fiesta de hoy, aceleremos enseguida nuestro trabajo a fin de que no necesite holgar ninguno de los oficios que tienen que proseguir nuestra obra, a fin de que la construcción ascienda rápidamente hacia lo alto y sea terminada y desde las ventanas, que aún no existen, contemple con satisfacción la circundante comarca el señor de la casa con los suyos y sus huéspedes, por cuya salud, lo mismo que por la de todos los presentes, brindo ahora.

Y diciendo esto vació de un solo trago una bien tallada copa de cristal y la lanzó al aire, pues es signo de una desmesurada alegría destruir el vaso que se ha utilizado en la fiesta (…).

Para adelantar la construcción habían acabado ya totalmente los cimientos del ángulo opuesto, y hasta habían comenzado a levantar las paredes y construido para ello el andamiaje de toda la altura que era necesario.

Para esta ceremonia habían cubierto de tablas y habían dejado que subiera a él una porción de espectadores, en beneficio de los obreros (…).
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Fuentes:

- Manual práctico para la organización de eventos. Carlos Fuente Lafuente.

- Las afinidades electivas. Johann Wolfgang Goethe.

11 diciembre 2009

Simposio Nacional sobre Nobleza y Monarquía (S. XV-XIX)


Se trata del primer Simposio nacional sobre Historia Nobiliaria con el título: "Los linajes nobiliarios en el Reino de Granada, siglos XV-XIX" y se celebrará en el municipio de Huéscar, Granada, los días 16, 17 y 18 de septiembre de 2010.

El evento lo organiza la Asociación Cultural Raigadas, con el patrocinio de la Fundación oscense Ntra. Sra. del Carmen y Fundación Portillo. Es un encuentro científico bajo la dirección del Prof. Dr. Don José Antonio García Luján, catedrático de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Córdoba.

La Asociación organizadora ya ha puesto a nuestra disposición un díptico con información sobre el Simposio y el avance del programa.

13 julio 2009

Ceremonia Civil de Imposición de Nombre

Se trata de un acto laico de bienvenida a la comunidad al que algunos llaman "bautismo civil" y que ha suscitado numerosas críticas por parte de la comunidad católica.


En la celebración de este acto, que se instituyó en Francia en 1792 como símbolo de separación entre Iglesia y Estado, se aplican los Artículos 12 y 27 del Instrumento de Ratificación de 30 de noviembre de 1989 sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.


En España, la primera celebración de este acto tuvo lugar en el municipio de Igualada, Barcelona, en 2004.


En la ceremonia de presentación del niño a la comunidad, se leen los Artículos 12 y 27 de la Carta de los Derechos Humanos de los Niños y un Artículo de la Constitución Española sobre la educación. Posteriormente, tiene lugar la intervención de uno de los miembros de la unidad familiar que pronuncia unas palabras para agradecer la bienvenida democrática que otorgan al niño. En la ceremonia se asume expresamente el compromiso por parte de los familiares y del Ayuntamiento del municipio de velar por los Derechos del Niño. El acto suele terminar con la entrega de un obsequio al niño por parte del Ayuntamiento.


El acto se presta a introducir actividades que amenicen el acto, tal fue el caso de la actuación musical con la que Cayetana Guillén deleitó a los invitados a la "bienvenida civil" de su hijo en un acto oficiado por el conceja Pedro Zerolo en Madrid.


Esta tendencia laica para dar la "bienvenida democrática" a nuestros hijos bajo los principios e libertad, igualdad y respeto, está cada vez más de moda en nestro país.

21 marzo 2009

Asociación de Hidalgos de España y La Cilane

Francisco López Nieto y Mallo, Doctor en Derecho y miembro de la Real Academia de Doctores, al hablar sobre la nobleza de cargo, explica que esta Asociación ha realizado en España una importante aportación al determinar la nobleza de cargo mediante el establecimiento de criterios, que su Junta de Probanza aplica, y que encuentran su fundamento en el derecho histórico nobiliario.


La nobleza de cargo es aquella que nace del desempeño de una determinada función que, por elevada y trascendente, hace digno de distinción a quien la desempeña.


La Asociación de Hidalgos, siguiendo nuestra tradición histórica, ha distinguido dos tipo de funciones públicas: las primeras conllevarían dignidad que enjendra la nobleza de cargo transmisible por su elevado cargo, y las segundas supondrían la nobleza de cargo de carácter personal.


La mencionada Junta tiene establecida hoy la relación de circunstancias, cargos y condecoraciones, cuyo ejercicio o presión otorgan, respectivamente, el derecho al ingreso en la Asociación.


En la actualidad, Hidalgos de España desarrolla actividades de índole residencial, abiertas a los asociados y al público en general dedicadas, por una parte, a las personas mayores a través de Casaquinta en Ciempozuelos y Casasolar en Madrid.Por otra parte ofrece residencia, a través de su Colegio Mayor Marqués de la Ensenada a los estudiantes que acuden a las Universidades de Madrid.


En el ámbito editorial Hidalgos de España cuenta con la Editorial Hidalguía. Desde ella publica y edita la Revista Hidalguía, dedicada a abordar, de manera científica, temas relacionados con la nobleza, la historia la heráldica y la genealogía. Edita y publica La Gacetilla, revista de información interna, que da cuenta de acontecimientos y noticias relevantes para los asociados.


Hidalgos de España organiza ciclos de conferencias y jornadas relacionadas con la historia, el derecho nobiliario, la genealogía y la heráldica. Concede premios y becas para trabajos sobre historia, el derecho nobiliario, la genealogía y la heráldica. Promueve acuerdos con instituciones nobiliarias para realizar actividades conjuntas que redunden en una mayor presencia social que permita divulgar los valores de la nobleza.


La Asociación es miembro de La Cilane, (Commission d'Information et de Liaison des Associations Nobles d'Europe) que se fundó en 1959 para facilitar el contacto y el intercambio de información entre las asociaciones que representan a las noblezas europeas. Además de servir de enlace entre sus miembros, tiene como objetivo contribuir al mantenimiento de los valores tradicionales de la nobleza.

La Comisión está presidida por un coordinador elegido por tres años. Los delegados se reúnen dos veces al año, en primavera en París y en otoño en una ciudad de un país miembro, con el fin de intercambiar información, comentar problemas y discutir actuaciones conjuntas.

Una preocupación especial de La Cilane es fomentar las relaciones entre los jóvenes de las diferentes noblezas europeas. Aparte de “week-ends” internacionales en diversos países a lo largo del año, se intentan facilitar a las familias los intercambios de niños y jóvenes.


La última reunión de los miembros de La Cilane, se celebró en Versalles en septiembre de 2008. Era el XVIII Congreso de la Nobleza Europea y fue organizado por la Asociación de la Nobleza Francesa. Durante el Congreso se trató el tema "La Nobleza en la civilización europea", reflexionando acerca de las responsabilidades que incumben a este estamento social en la integración de los pueblos de Europa.

Más información sobre el encuentro en la revista digital Hola

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Fuentes:

- Web de la Real Academia Matritense de Genealogía y Heráldica http://www.insde.es/

- Web de la Asociación de Hidalgos de España http://www.hidalgosdeespaña.com/

- Honores y distinciones en España, Francisco López- Nieto y Mallo.

06 marzo 2009

El humor en la alta política

Así se titula el último capítulo del libro "Del coscorrón a la seda", obra de Alfonso Ussía. Agunas de las anécdotas que cuenta son las siguientes:

"El 26 de febrero de 1981 (...). Llegaba a Londres en visita oficial el primer presidente de la Portugal democrática, ya superado el trance antiguo de la revolución de los claveles. Y en homenaje a las siempre fraternales relaciones enre el Reino Unido y Portugal, la Reina de Inglaterra superaba las esrecheces protocolarias y se aprestaba a recibir a su excelencia el general Antonio Ramalho Eanes, alto y estirado como un álamo, melancólico como un fado y más triste que un pinar cuando anochece. Había aterrizado en Gatwick una hora antes y a punto se hallaba el tren especial que allí le traía de hacer su entrada en la estación Victoria. Allí estaba el tren. Todos firmesy la Reina en el andén. Por mucha emotividad que se presuma y por antigua que fuera la amistad de ambos estados, un saludo entre la reina Isabel II del Reino Unido y el presidente Ramalho Eanes podría alzanzar, en su más alto nivel de emotividad, al de un encuenro en aguas de Terranova de un lenguado y una merluza. Después del frío, pero cordial saludo, y tras pasar revista a los batallones dela Guardia Real, los lanceros y los Dragones de la Reina, ambos mandatarios abandonaron la estación Victoria en la carroza de Su Majestad. Estación Victoria, Trafalgar Square, el Mall y el Palacio de Buckingham. La carrroza marchaba tirada por ocho espectaculares caballos negros, uno de los cuales, al tomar una curva en Trafalgar Square, se fue de sus partes traseras y se tiró un pedo tan grande como la abadía de Westminster. El hedor, dulzón y perverso del aire escapado del caballo, entró de lleno en la carroza real. La Reina, como anfitriona, se disculpó. El presidente Eanes aceptó las disculpas: -no se preocupe vuestra majestad, porque yo creía que había sido un caballo.- Se lo dijo en inglés, aunque en portugués queda más sonoro:- Nao se preocupe vosa majestade, que eu creía que había sido un cavalho.- Así pasó, así sucedió, y así se lo contó la Reina de Inglaterra a un reducidísimo grupo de amigos. Entre estos estaba el Rey, que se lo contó divertidísimo a Don Juan, su padre, que a su vez me lo narró a mí. Pedí permiso para escribir, y Don Juan me lo concedió siempre que no señalara el cmino de la información. Lo hice, y al día siguiente de aparecer mi artículo en el Diario 16 de Madrid, todos los periódicos de Portugal lo reprodujeron. Fui llamado por el embajador de Portugal en España, que se interesaba por la información. Y cumplí con mi palabra: -Señor embajador, sólo tres fuentes han podido contarme lo sucedido. El presidente de Portugal, en cuyo caso usted no me habría llamado. La Reina de Inglaterra, con la que no tengo la costumbre de hablar, y por último, el caballo.-El embajador dio el caso por cerrado y el humor triunfó."

"Ya en el trono nuestro Rey Don Juan Carlos I, que Dios guarde, sucedió algo en el Palacio de la Zarzuela que aún no ha superado alguno de los honrados por aquella audiencia. Un grupo de aristócratas muy reducido y anclado en otros tiempos, solicitó al Rey ser recibidos para elevarle una propuesta. El Rey accedió y recibió a los próceres en la hora previa al almuerzo. Eran diez, entre hombres y mujeres, y precisamente por las segundas, se incorporó a la audiencia la Reina. En esas estaban cuando se realizó la petición, que no era otra que la de reinstaurar algunos de los cargos palaciegos de la vieja Corte, como el de mayordomo de servicio o camarera de la Reina. A renglón seguido, y aprovechando que la Reina esaba presente, el Rey habló: -Muchas gracias por vuestro ofrecimiento, pero la verdad es que los tiempos han cambiado, y que en esta Casa no nos hacen falta ni mayordomos ni camareras. Lo que sí nos hace falta, y si conocéis alguna me la mandáis, es una buena cocinera, porque la Reina es vegetariana y aquí se come y se cena fatal.- Y dio por concluida la audiencia."

05 marzo 2009

El "Uso de Borgoña"

El llamado “Uso de Borgoña” es un modelo de vida ceremoniosa y de etiqueta que fue creado por Felipe III el Bueno, Duque de Borgoña (Francia), a mediados del siglo XIV.

Hasta el siglo XV, Borgoña había sido un pequeño Ducado francés, pero gracias a las alianzas de Felipe el Bueno -Tratado de Arras (1435)-, fue ampliando sus territorios y en1460 dominaba lo que hoy constituye Bélgica y Luxemburgo, junto con parte de los Países Bajos y grandes zonas del norte y el este de Francia.

El Sr. Martínez Correcher explica las características del Protocolo de Borgoña:

- Fastuosidad al máximo, para imponer sus efectos ante las restantes potencias europeas, ya que Borgoña era un simple Ducado.

- Creación de una atmósfera casi divina en torno al soberano, obligando a los súbditos a creer en el mito del monarca.

- Establecimiento de un orden riguroso en los numerosos palacios existentes, ante los continuos cambios de sede de los duques, cuyos dominios territoriales eran extensos pero no continuos. Cada procedimiento y modo de comportamiento estaban escritos, de modo que se sabía exactamente dónde se debía sentar cada persona, cómo se le servía y en qué orden... Existía una enorme corte de personalidades con funciones específicas de protocolo que debían cumplir estas normas con disciplina.

- Homologación de sus territorios para que todos tuvieran las mismas costumbres en los temas de ceremonial. Puesto que no existía una continuidad territorial entre dichas posesiones, se dictaminó que todas las ceremonias reunieran las mismas características, independientemente del lugar en que se organizasen.

El “Uso de Borgoña” fue introducido en nuestro país el 15 de agosto de 1548, cuando el Mayordomo del Emperador Carlos V, el III Duque de Alba, recibió la orden de enseñárselo al príncipe de España, don Felipe. El Emperador, que tenía previsto desde hacía tiempo la sucesión de Felipe II al frente del Imperio, no vaciló en pedirle que realizase un viaje de presentación por tierras italianas y alemanas con destino a los Países Bajos para que éstos le reconociesen como su futuro señor.

A partir de 1548, el servicio de Corte en España aumenta considerablemente.

Felipe II introdujo los primeros cambios en este protocolo. Tras viajar a los Países Bajos, decide promulgar una Pragmática de cortesías fechada en San Lorenzo el 8 de octubre de 1586.

Fuentes consultadas:
- Honores y Protocolo. Francisco López-Nieto y Mayo.
- El Protocolo en España: Ayer y Hoy. Joaquín Martínez Correcher.
- Los secretos del protocolo, las relaciones públicas y la publicidad. Jose Daniel Barquero y Fernando Fernández.
- Apuntes históricos en torno a la evolución del protocolo desde la Roma Imperial hasta finales del Antiguo Régimen. Luis Rodríguez Ennes.

19 junio 2006

"Trooping of the colour" La marcha del color.

"The trooping of the colour" o la marcha del color es un desfile militar que tiene lugar en Londres cada año y que desde el año 1748 marca el cumpleaños del soberano.

La marcha el color en Londres es una ocasión nacional importante pues Gran Bretaña no tiene un día nacional como la mayoría de países con una continuidad histórica menos antigua. Muchos ven el cumpleaños oficial y la ceremonia de marcha de la reina como equivalente a la celebración nacional.

El origen de esta ceremonia se remonta a épocas de batallas en que los colores se utilizaban para que los soldados de cada regimiento pudieran reconocerse.

Los regimietnos británicos de los protectores de pie y de la caballería de la casa, conocidos como "la división de la casa", desfilan cada año en Londres hacierndo un recorrido por el Whitehall.

Actualmente hay cinco regimientos dentro de los llamados "protectores de pie" (Grenadier, Coldstream, Scots, Irlandés y Galés) que cada año seleccionan un regimiento de la caballería de la casa y también cada año se elige un batallón de uno de los regimientos de los "protectores de pie" para que desfile con sus colores en la ceremonia.

"La marcha del color" se ha convertido en una ceremonia para que los diferentes regimientos exhiban sus últimos logros militares al público en general.

El desfile comienza con la inspección de las filas por parte del soberano y el saludo real. Posteriormente se hace un recorrido circular por el llamado Whitehall para regresar al palacio de Buckingham y es en ese momento cuando S. M. , que ha desfilado con los regimientos, sube al balcón de palacio para contemplar en desfile aéreo de la "Royal Air Force" -Fuerza Aérea Real- mientras que los "armas" la saludan desde la Torre de Londres.